domingo, 6 de diciembre de 2009

ADAM SMITH Y LOS ORIGENES DEL PENSAMIENTO LIBERAL (30/12/09)

Adam Smith nace en 1723 en Escocia y se educa en un ambiente familiar relacionado con la economía ya que su padre había trabajado como agente de aduanas.
Estudió en la Universidad de Glasgow donde recibió clases del profesor Hutcheson, quien influiría notablemente, como el propio Smith reconoció, en su formación intelectual.
En esa misma universidad sería tiempo después profesor de lógica y filosofía moral. Esto explica que su primera obra no sea la Riqueza de las Naciones sino “Teoría de los sentimientos morales” publicada en 1759.
Esta obra fue el primer intento de Smith de definir o formular un “orden natural” de la sociedad: diversos sentimientos naturales se enfrentan y se equilibran entre sí sosteniendo un orden social en que cada hombre persigue sus propios intereses promoviendo así, inconscientemente, el bien común.

De esta época en Glasgow se extraen también algunas de las ideas que después compondrán La Riqueza de las Naciones, es el caso de la idea de la división del trabajo; según la cual, cada trabajador es una parte pequeña, pero especializada, del total del trabajo. Ello influye en el desarrollo de la riqueza, la cual “está siempre en proporción a la actividad de la gente, y no a la cantidad de oro y plata, como absurdamente se imagina”. En esta afirmación vemos ya definirse los planteamientos económicos de Smith así como la fuerte crítica a corrientes mercantilistas.

Adam Smith no vivió en un mundo industrializado, su obra magna es anterior a las manifestaciones de la Revolución Industrial así como al desarrollo de la Revolución Francesa. “La Riqueza de las Naciones” fue escrita en 1776.
A partir de 1773, al convertirse en tutor del hijo de un noble inglés, el duque de Buccleuch, viaja por toda Europa donde entra en contacto con multitud de teorías y personajes (conoce personalmente a Voltaire, D’Alambert, Quesnay) y en consecuencia consigue tener una visión más cercana de los problemas europeos.

El éxito de su obra fue fundamentalmente su enorme difusión; se conoció rápidamente en toda Europa y esto no sólo se debió a la profundidad de sus ideas sino a que estaba bien escrita. Muchos de sus planteamientos encerraban una profunda crítica y ello generó un importante impacto sobre las actitudes populares.
Es una obra que se anticipa a su tiempo. Define las bases del liberalismo económico y de la ciencia económica pero no podemos hablar de Adam Smith como un hombre contemporáneo

· Naturaleza del sistema económico

El título complementario de la obra es “una investigación sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones”, lo que refleja el interés de Smith en analizar el origen y la fuente del desarrollo económico. Para él, el motor de la economía es el interés individual, la ambición por enriquecerse.

La mejor fuente de riqueza es el interés económico privado en competencia libre y por ello se debe dejar a las gentes comerciar libremente. “el individuo es guiado por una mano invisible para la consecución de un fin que no entraba en sus intenciones…”

Algunos de estos elementos ya estaban presentes, como hemos visto, en su primera obra de tinte filosófico. Es ahora cuando la teoría de la “mano invisible” se aplica a cuestiones económicas definiéndola como una especie de sentimiento moral que hacía que la gente fuera ambiciosa, y esa ambición era el motor económico. El mercado era un sistema de beneficencia social y en este sentido, el comerciante o empresario se convierte en el agente social que impulsa la sociedad (benefactor de la misma)
La naturaleza del sistema económico es aquella en la que los individuos buscan el enriquecimiento y gracias a esta búsqueda las sociedades pueden progresar.


· Reflexión sobre el sistema de precios y salarios.

Percibe los primeros pasos que darán lugar a la R.I en cuanto a la importancia que tiene el trabajo en la nueva economía. Desarrolla su idea de la “división del trabajo” que no se refiere únicamente a la especialización profesional, sino a la división de la fuerza de trabajo entre individuos o entre diferentes modalidades de empleo.
Consideraba ciertos tipos de trabajo productivos y otros improductivos. Si para los fisiócratas la única actividad productiva era la agricultura, para Smith era aquella que conducía a la producción de objetos tangibles y que daba lugar a un excedente para futuras inversiones. El regulador de la división del trabajo es el mercado.

Por otra parte establece una distinción entre “precio” y “valor”. El valor es independiente de los movimientos del mercado.
Se plantea una diferenciación básica: entre el valor de uso (el que nosotros concedemos) y el valor de cambio (precio que pagamos para su compra-venta. Es decir la tasación o el “precio” propiamente dicho). Este último es el importante económicamente hablando para Smith.
Como el valor no se puede ajustar a los cambios del mercado, la manera de medirlo es mediante el trabajo: cualquier mercancía podía valorarse en función del trabajo realizado para su obtención.
Pero aunque el trabajo se podía considerar como el mejor medidor de bienes y servicios, era necesario tener en cuenta otros factores. Son importantes como componentes del “precio natural” (es decir del valor): el capital invertido, el salario y el beneficio obtenido por el empresario.
Los hombres trabajan buscando un salario igual que los empresarios buscan beneficio. El salario debe estar fijado no como medio de subsistencia sino respondiendo a las fuerzas económicas del mercado.

· Papel del estado en la economía

Es el elemento mas conocido en la doctrina de Smith. Se ha insistido en su originalidad aunque no es tanta pues muchas de sus ideas ya estaban presentes en su amigo Hume por ejemplo, y por tanto, no es el primero que habla de liberalismo económico (algunos arbitristas como Alberto Struzzi ya eran precursores de este pensamiento).

Considera el crecimiento económico como el fin básico. El estado tiene el papel de fomentar la economía no interviniendo directamente en ella: sistema de libertad de comercio tanto en el interior como en el exterior.

Bibliografía complementaria:
- Barber, W.J. ; “Historia del pensamiento económico”

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